miércoles, 18 de abril de 2012

El libro de la selva

O mejor dicho, la profecía. No han pasado más de dos días desde que en televisión se ha publicado la noticia de la semana -no, no hablo del Tarzán africano que mata elefantes a tiros desde su jeep- sino de otro titular desde América del Sur que nos informaba de un tremendo atraco a mano armada, no con pistola sino con gruesos anillos y kilos de vótox a modo de pasamontañas.

Hablo del atrevimiento de la señora Cristina Fernández de Kirchner y sus malas artes que de momento no solo nos han costado miles de millones de euros sino un desprestigio sin parangón en nuestra historia reciente dado el mundo globalizado en el que vivimos, donde las distancias son mas cortas y las voces de los de siempre resuenan más y más alto que nunca.

Un atrevimiento que muchos tachan de suicida dando por hecho un bloqueo comercial inminente por parte tanto de la Unión Europea como por otras muchas naciones del primer mundo con intereses en Argentina, como Estados Unidos, Japón, Canadá...

Y es que en un mundo basado en la economía del dólar, la libra, el euro y el yen nadie imagina una jugada tan chapucera y populista como la urdida por ésta recauchutada presidenta, sin embargo, el daño ya está hecho.

Por muchas sanciones económicas y represalias empresariales o diplomáticas que se tomen contra Argentina no nos devolverán las dos decenas de puntos que Repsol ha perdido en bolsa a las pocas horas de conocerse el escandaloso atraco, que en momentos de crisis como el que atravesamos pueden suponer mucho sufrimiento a nuestro pueblo precipitando más recortes por parte del gobierno de la nación.

Pero Kirchner tiene un plan; una jugada que casa muy bien con su ideología izquierdista, un movimiento de pieza que aunque no ha hecho público, se deja entrever para los ojos desconfiados, para nuestro ojos ya escarmentados.

Por todos es sabido que este engendro de quirófano, con más silicona que cerebro, mantiene relaciones comerciales, diplomáticas e ideológicas (desconocemos aún si también mantendrán relaciones de otra índole menos pública) con todos los regímenes dictatoriales comunistas de Sudamérica, como el de Evo Morales en Bolivia, Hugo Chávez en Venezuela o el Cubano Rafael Castro.

Un extenso eje rojo, que atraviesa el continente de Norte a Sur, que tiene ancestrales pretensiones de unir el subcontinente en un bloque al más puro estilo soviético.

Ahora lo llaman socialismo... el mismo perro con otro collar.

Bajo el populismo, la parafernalia y las masas que idolatran a supuestos libertadores responsables de la tiranía que impera en Sudamérica desde los comienzos del siglo XX, se esconden los mismos principios que esclavizaron a media Europa con Lenin y Stalin a las riendas del brutal carro comunista que la arrastró al más absoluto declive, por el que aún hoy pagan todos los estados que fueron meros satélites de Rusia.

Ese soviet bananero, únicamente dotado de una innata habilidad para insultar a los Estados Unidos, carece del cociente intelectual necesario para hacer despegar una economía respetable pese a ser dueños de cuantiosos recursos naturales, turísticos e industriales.

En lugar de fomentar un sólido desarrollo nacional, promueven la miseria y el analfabetismo con una única pretensión; mantenerse en el poder.

Personalidades muy similares las de estos monstruos que esconden bajo su irrisoria apariencia una megalomanía sin parangón, un ansia de protagonismo que les hace pasar más horas en televisión que atendiendo los asuntos de Estado, y una locura que está arrastrando con ellos a sus sociedades hacia la Edad Media.

La señora Kirchner no es una excepción; ésta estafadora, que ya ha incurrido en cuantiosos escándalos como aceptar financiación para su campaña electoral del mismo Hugo Chávez o la falsificación de su título en Derecho por la Universidad de la Plata, nos ha vuelto a sorprender con sus recientes declaraciones.

Esta misma tarde he sido testigo de uno de sus discursos donde apelaba a la memoria de su difunto marido subida a un estrado; con exaltación folclórica y lágrimas de cocodrilo proclamaba a una muchedumbre que su sueño, el de Néstor Kirchner, era ver YPF nacionalizada, en manos de los argentinos.

Seguro que el Señor Kirchner también soñó con que el novio de su hija fuera el vicepresidente de dicha empresa, como su esposa ya se ha adelantado a disponer.

Ésta sucesora de Eva Perón, o al menos eso debe creer ella, sigue los pasos de Chávez con su política de apropiación de capital e instalaciones ajenos.

Ya éste simio, de notable parecido al chavo del ocho, llevó a cabo una intentona con bienes españoles en suelo venezolano hace unos años, recuerdo a los lectores; veremos cuantos días pasan hasta que se decida a rematar la labor, todo depende de nuestra primera reacción y la resolución de la que hagamos gala con la afrenta. 

Nuestras preocupaciones van más allá de Argentina; si nuestro gobierno no es capaz de dejar bien claro por todo el mundo que lo que es de España, es sagrado, nos veremos obligados a repetir una y otra vez esta cantinela; y sabe Dios que España no bailará jamás al son de ningún tango.

Es de imperiosa necesidad que cualquier interés español quede salvaguardado de manos extranjeras a cualquier precio, pues aún tenemos el privilegio de saber que éstos son lícitos y por ello su defensa no debe ser motivo de crítica. A diferencia de otras potencias, España no explota países; genera riqueza para ambas partes.

Nuestro país, al que en Sudamérica le deben cuanto tienen, posee cuantiosas inversiones repartidas por numerosos países; cantidades inmensas de dinero, proyectos de gran envergadura y miles de empleos que ahora mismo están en jaque.

Ya no se trata de velar por los bienes de un empresario en concreto y su fortuna, sino de mantener invicto el nombre de España y su sello de garantía, imprescindible para nuestra economía y piedra angular de nuestra influencia en todo el orbe. 

¿Quien garantiza que las demás “repúblicas socialistas” sudamericanos no van a obrar igual que Argentina despojándonos del orgullo además de nuestras empresas?
La determinación de España para mantenerse firme por TODOS los medios que sean necesarios es el único aval que tenemos.

Así que ahí tenemos la profecía; éste es solo el primer paso de una espiral de robos y discursos “patrióticos” que buscan el apoyo de un pueblo infeliz con el único objetivo de crear de un país como Argentina, en tiempos faro de Sudamérica, un nuevo corralito donde sea ésta infame la que ostente el título de reina de la piara.

Otra histérica con delirios de grandeza más que la historia recordará dentro de unos años como la madre de la miseria y la capitana que llevó al naufragio la nave argentina, que para más inri se ha servido de leyes establecidas por el general Videla para secuestrar nuestras propiedades. Se ve que a la hora de robar, ésta degenerada no atiende a ideologías... pero lo que más nos duele a los españoles es contemplar ésta increíble falta de respeto por parte del pueblo argentino, que parece incrementar la popularidad de Kirchner con cada aplauso hacia sus estudiadas medidas para salvaguardar sus “necesidades energéticas”.

Se ve que en su país, para triunfar se necesita destacar por los defectos y no por las virtudes; pues si a un cocainómano comunista se le deifica por darle patadas a un balón de fútbol no alcanzo a imaginar en qué estrato colocarán a su nueva adquisición nacional... aunque sea como fuere, la cuestión está clara; la “hermandad comunista bananera” ya ha hablado por sus actos.

Los planes ya los tienen hechos, pero en su ecuación incluyen la debilidad que España ha mostrado en los últimos tiempos.

Una necia actitud propia de ésta decadente democracia llena de inútiles cobardes que sólo se ensucian las manos con la tinta de los billetes que se embolsan... 

Demostremos que aún seguimos siendo los mismos que hicimos de su tierra España.

De Tinta Patriota para Logroño Despierta

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