Escribió Ortega y Gasset que ser de izquierdas o ser de derechas eran dos maneras distintas que tiene el ser humano de llegar a ser imbécil. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que toda persona que sea de izquierdas o de derechas sea imbécil, pero si que tienen una hemiplejia intelectual que les hace mirar a la realidad con un solo ojo, lo cual provoca serios problemas de perspectiva.
Si a esta hemiplejia intelectual sumamos el extremismo (que no es radicalismo, sino a veces todo los contrario), el energumenismo tabernario y el déficit neuronal, males muy extendidos en la realidad española, los componentes del “coktail” están servidos.
Perdonad que vuelva sobre el tema de Valencia, pero creo que es un buen ejemplo de la tesis que sustento: la estupidez se reparte de forma simétrica a izquierda y a derecha. Veamos dos interpretaciones sobre los sucesos de la ciudad de Turia, ambas aberrantes, amabas reduccionistas, que parecen contrarias, pero que tienen mucho en común.
Tesis derechista (made in Intereconomia) : los sucesos de Valencias están provocados por la extrema izquierda terrorista y antisistema, teledirigida por Rubalcaba que mueve los hilos de la conspiración. En el Instituto Luis Vives no falta de nada, y los que se manifestaban delante no eran estudiantes, sino peligrosos agitadores perroflauticos. Los policías actuaron en legítima defensa ante la actitud hostil y agresiva de los ultraizquierdistas. Hay policías heridos de gravedad. El incidente estaba cuidadosamente planificado para desatar una campaña de la izquierda contra el PP, que gano limpia y democráticamente las elecciones del 20-N, y que está gobernando magníficamente para sacar a España de la crisis.
Tesis izquierdista (made in Público) : los sucesos de Valencia están provocados por la extrema derecha fascista, infiltrada desde la época de Franco en la policía y en la administración de justicia. La derecha ha vuelto al poder (y para más “inri” el 20-N) y sus cachorros fascistas están envalentonados. El jefe superior de policía de Valencia es un peligroso ultraderechista, próximo a “España 2000”. Franco ha vuelto. Los falangistas juzgan y condenan a Garzón. Todos los corruptos son fachas.
¡Cuantas cosas en común¡ La misma visión conspirativa de la historia, el mismo mirar al pasado, la misma ignorancia. No se han enterado (ni unos ni otros) de todo lo que ha estado pasando en el mundo los últimos 50 años. No se han enterado de que las potencias fascistas fueron derrotadas en la Segunda Guerra mundial, y que los que mandan en el mundo son sus vencedores. No se han enterado de que el régimen de Franco se adaptó a esta circunstancia (por eso duro tanto), marginó a los fascistas y se convirtió en una dictadura personalista, desarrollista y tecnocrática. No se han enterado del hundimiento del bloque soviético, de la evolución del capitalismo, de la globalización.
Ni unos ni otros hablan de los poderes económicos, de los bancos, de las multinacionales, que son los que realmente mandan en el mundo, ni de la sumisión de los gobiernos, supuestamente democráticos (de izquierda o de derechas) a estos poderes.
La estupidez, hija de la ignorancia, se reparte de forma simétrica, a izquierda y a derecha.
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